Muy cerca de la antigua Via Augusta, un bosque de olivos ha sido testigo de nuestra historia. Se trata del Museo Natural de los Olivos Milenarios del Arión. Un enclave privilegiado por la naturaleza, una tierra fértil, resguardada del frío y del viento que, por suerte, los incendios también han respetado.
La mayoría de estos olivos son de la variedad Farga. Ésta variedad es muy antigua. Tiene una producción irregular y con su envejecimiento se hace muy sensible a las patologías del olivo. A pesar de esto, la excelente calidad del aceite que produce ha hecho que el hombre haya continuado cultivándola hasta la actualidad.
La elaboración de el Vilar Mil•lenari se realiza en el Molí de la Creu, en La Galera. Allí, desde 1884, nuestra familia, elabora y envasa aceite de oliva de cosecha propia.
El trabajo recolección de las aceitunas y el proceso de elaboración y envasado de el Vilar Mil•lenari sigue un estricto protocolo que permite la certificación como “fruto de olivos milenarios”, por una entidad auditora independiente.
A nivel sensorial, corresponde al siguiente perfil: frutado medio alto con connotaciones claramente verdes (césped cortado y toques de plátano verde o nueces verdes, tomate y alcachofa). Destaca por el gran equilibrio entre dulce, amargo y picante, con una astringencia final muy ligera. Como aceite de la variedad Farga se caracteriza por su extraordinaria capacidad de conservación.
Se recomienda su consumo en crudo y su conservación en un lugar oscuro y fresco, para mantener todos sus matices.
Todo el esfuerzo realizado para ofrecer el Vilar Mil•lenari, sirve para valorar el fruto de unos olivos milenarios que, gracias a su sensibilidad, podrán continuar, durante muchos años, produciendo este aceite tan singular.